El presidente Joe Biden habló el martes por teléfono con el mandatario ruso Vladimir Putin, a quien le increpó sobre el aumento de la presencia militar rusa a lo largo de la frontera con Ucrania.
Biden le advirtió a Putin que Estados Unidos “actuará firmemente en defensa de sus intereses nacionales” con respecto a las ciberintrusiones rusas y su injerencia electoral, informó la Casa Blanca. Añadió que el mandatario estadounidense además propuso sostener una reunión cumbre en un tercer país “en los próximos meses” a fin de dialogar sobre temas de interés bilateral.
La llamada ocurre en momentos de alta tensión en el este de Ucrania, donde arde un conflicto entre separatistas prorrusos y fuerzas ucranianas desde que Rusia se anexó la península ucraniana de Crimea en 2014.
Más de 14.000 personas han muerto debido al conflicto y las numerosas gestiones diplomáticas han fracasado. En días recientes han ido aumentando las bajas entre los soldados ucranianos, y los rebeldes también han reportado bajas.
Ucrania calcula que Rusia ha acumulado 41.000 efectivos en su frontera con el este de Ucrania y que ha despachado a otros 42.000 a Crimea. El ministro de defensa ruso declaró el martes que ello es parte de maniobras militares en respuesta a lo que calificó como amenazas de la OTAN. Las maniobras durarán otras dos semanas, agregó.
La mañana del martes el secretario de Estado Antony Blinken, quien se encontraba en Bruselas para reuniones con aliados de la OTAN, acusó a Rusia de tomar acciones “sumamente provocadoras” al intensificar su presencia militar en el límite con Ucrania.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, calificó las maniobras rusas como “injustificadas, inexplicadas y sumamente inquietantes”.
El ministro de Exteriores de Ucrania Dmytro Kuleba expresó que su país agradece el apoyo de los países occidentales a fin de dejarle claro a Rusia que pagará caro por cualquier “agresión”.
Las relaciones entre Biden y Putin han sido tensas desde el inicio del nuevo gobierno en Washington. Aunque Biden accedió a prolongar un acuerdo de control de armas con Rusia, ha mantenido una postura fría hacia Moscú y ha criticado duramente algunas de sus acciones.